miércoles, 1 de enero de 2014

Eternal -Takanoo- Cap I

Eternal

Capítulo 1

La cabeza le daba vueltas, escuchaba voces a su alrededor, parecían discutir, pero era lo de menos, lo que quería era que se callaran.

Ladeo la cabeza tratando que apaciguar el dolor y silenciar aquellas voces, un quejido salió de su boca sin intención.

-Ha despertado-

-realmente… - masculló una voz masculina pero suave.

-¡Dios! Es tan emocionante.-chilló una voz femenina.-Disculpe… ¿puede escucharme? Habrá los ojos por favor.

-Déjale en paz, debió ser duro para él.-le regaño el joven.

-Pero quiero preguntarle tantas cosas.

Inoo al fin abrió los ojos ante tanto alardeo, con algo de pesadez y disgusto.

-¡SANTO CIELO, ABRIO SUS OJOS!- grito la joven.

-Eres tan ruidosa. Cálmate.-

-¿Dónde estoy?-preguntó Inoo mirando tenuemente a las dos personas frente a él.

-Mi nombre es Arioka Suzume, mucho gusto-

-Yo soy Arioka Daiki, un gusto-

-Arioka…-

-Así es, somos los descendientes de la persona que te envió a este lugar. – sonrió  la chica ante la cara de dudas del pelinegro.

-Nuestra familia ha esperado tu llegada por décadas. Generación por generación hemos esperado tu llegada.

-¿De que estas hablando? –

-Según nuestra historia familiar, quien te envió aquí es uno de nuestros antepasados quien se dedicaba a la hechicería. Él dejo escrito que cuando llegará el día de tu llegada, debíamos estar preparados para mostrar nuestra gratitud.-

-Como ha dicho mi hermana, gracias a ti, que hiciste un trato con nuestro antepasado, es que nuestra familia se ha mantenido en un nivel social estable desde entonces, por lo cual estamos eternamente agradecidos- se reverencio Daiki.-Ahora permítenos devolver tu generosidad ayudándote a encontrar lo que buscas en este lugar.

-Ustedes… me ayudarán a encontrar…

-Claro, te ayudaremos a encontrarlo, es lo menos que podemos hacer.

-Te daremos posada por el tiempo necesario, por favor siéntete como en tu casa.

-Disculpen pero…-les detuvo Inoo, era demasiada información para su estado actual.-Eso quiere decir que… ¿realmente funcionó? Realmente... ¿Qué tiempo es este? ¿En dónde estoy?-

-Japón.- respondieron al unísono.

-Yo vengo de Japón ¿Qué era es esta?-

-¿Era? Oh… estamos en la era Heisei-

-¿Heisei?-

-Estamos en el siglo XXI-

-El siglo XXI… ha pasado tanto tiempo…-

-Cientos de años, al parecer.- confirmó Daiki.-Entonces… ¿Cómo debemos llamarte?

-Oh, lo siento soy Inoo Kei… -dijo levantándose abruptamente de la cama para darles una reverencia.

-No es necesaria tanta formalidad.

-Lo lamente…

-Descuida, debes estar cansado, que te parece tomar un baño…

Inoo asintió débilmente, cuando su barriga se hizo escuchar.

Los jóvenes sonrieron ante esto.

-Bien, yo te preparare la cena entonces, Dai-chan, tú muéstrale el baño.- sonrió la chica saliendo de la habitación.

-Iré por algo de ropa para ti, mientras ve al baño a desvestirte, está saliendo a la derecha, la última puerta.- indico el chico sonriéndole.

Inoo asintió levemente, vio como Daiki desaparecía al cruzar la puerta, miro a su alrededor por primera vez. Era una habitación espaciosa y blanca, tenía pocos muebles, solo un escritorio pequeño con una silla, lo que parecía un librero y el futón con base de madera (una cama) donde él se encontraba.

Se deshizo de las mantas que le cubrían, al parecer le habían cambiado sus ropas por algo más ligero que él no podría explicar. Se calzó un par de sandalia y salió de la habitación, miro a los lados y camino hacia donde Daiki le había indicado, miro la puerta unos segundos, no era corrediza como las que acostumbraba usar. La empujo un poco y trato de deslizarla, pero no parecía funcionar.

-Debes girar la perilla de la puerta.-le indico Daiki que venía con ropa limpia desde el pasillo.

Se detuvo junto a Inoo y le mostro como abrir la puerta dejándole pasar primero.

Inoo se sorprendió al ver la habitación, era completamente blanca, con muchas cosas en ella…

-cierto… no debes conocer como es un baño en la actualidad… bien te explicare, por el momento déjame mostrar cómo se utiliza la regadera.

Kei parecía totalmente fascinado ante la nueva era y lo que esta había creado. Daiki le mostró como utilizar el baño, la regadera, la tina y el lavabo. Le mostró como debía ponerse la ropa que le había llevado y le enseño el nombre de cada prenda, Inoo estaba más que sorprendido ante tantas cosas nuevas para él.

-Bien, te dejare para que puedas tomar tu baño. Si necesitas algo solo échame un grito ¿vale?-

-Disculpa las molestias.- se inclinó Kei.

-No hay de que- le sonrió Daiki.

Bajo las escaleras dirigiéndose a la cocina donde se encontraba su hermana mayor.

-oh ¿Kei ya se metió al baño?-pregunto mientras cortaba algunas verduras.

-Sí, le enseñe algunas cosas, ya sabes el nombre de la ropa, la tina, el baño… es como enseñarle a un bebé o a un loro a hablar.- rio un poco mordiendo una manzana que se encontraba por ahí.

-Es genial que por fin haya llegado el día ¿no es así? Ya he llamado a mamá y papá, no pueden volver hasta dentro de un mes, pero dicen que confían en nosotros para cuidar de Kei.

-Bueno, no tendrían de que desconfiar, a fin de cuentas tomamos el entrenamiento, estamos preparados para esto.-dijo orgulloso el menor.

-Es tan emocionante, no tienes una idea de cuánto tiempo estuve esperando esto. Estoy tan emocionada-

-Se nota- sonrió el menor.

Un fuerte golpe se escuchó en la segunda planta, alarmando a los hermanos que se miraron con los ojos muy abiertos, corriendo escaleras arriba.

-¿Qué ha pasado?-pregunto Daiki abriendo la puerta del baño.

-Resbale- contestó Inoo con simpleza.

-¿Te hiciste daño?- cuestionó en tono preocupado.

-Estoy bien, no es nada…- contestó sin mirarle.

Daiki sintió un poco de pena por el joven frente a él, debía ser difícil estar en un lugar nuevo cientos de años después. No se lo dijo. Pero amablemente le preparo el agua para que saliese tibia. Inoo le dio una pequeña reverencia, y Daiki pudo notar algo de tristeza en sus ojos.


-Es normal, supongo...-murmuro Suzume a su hermano. –Después de todo, a cómo recuerdo la historia, él fue enviado aquí justo después de la muerte de su persona amada… han pasado años de eso, pero para él no habrá sido ni un día.

Daiki asintió. Eso era cierto, y aunque ellos estuviesen emocionados por que al fin había llegado, seguro Inoo tendría demasiadas emociones encontradas, sentimientos que ellos no podían forzar a cambiar por alegría de la noche a la mañana.

-He terminado.-  

Los hermanos miraron hacia las escaleras, Inoo se había puesto la ropa correctamente.

-Genial, no tuviste problemas con la ropa. ¿Cerraste correctamente la regadera?-

-Sí.-

-Oye… Kei, si tienes hambre la cena está casi lista.-sonrió la mayor.

-Gracias.-

-No hablas mucho ¿eh?-

-Lo siento.-

-Déjalo Dai-chan, seguro has tenido un día difícil Kei-chan… no te preocupes estamos al tanto de la situación… te ayudaremos a encontrar lo que deseas, lo prometo, así que por favor no estés triste.

Inoo les agradeció de nuevo dando una pequeña reverencia, Daiki lo guió a un lugar en la mesa mientras Suzume llevaba la cena.

-Oye… puedo preguntar ¿Qué es lo que harás?- pregunto Daiki después meditarlo unos momentos.

-Yo… no lo sé.

Suzume interrumpió dejando los platos en sus respectivos sitios, le explicó a Inoo como habían ido las generaciones de su familia manteniéndose al tanto de su llegada desde muchos años atrás.

Inoo le escuchaba atentamente, de vez en cuando hacia caras de extrañeza como si fuera demasiado increíble.

-Bueno, ya es tarde, deberíamos ir a dormir.

-Estoy de acuerdo. Kei-chan, dormirás en la habitación de Dai-chan, no hemos limpiado aun tu habitación. No hay problema con eso ¿verdad?-

-Está bien-

-Mañana hay escuela, hermana.-le recordó Daiki.

-Cierto… puedes llevarlo contigo a la universidad ¿cierto?

-Supongo que no hay problema con eso. Estas buscando a una persona ¿no es así?- se dirigió a Inoo con una sonrisa.

-Sí-

-Bien, entonces mañana iremos a la universidad y después daremos una vuelta por el centro, quizás veas a alguien conocido o podamos encontrar pistas.

Inoo asintió ligeramente. No se fiaba demasiado de los acontecimientos actuales, pero esas personas parecían buenas, su lugar de origen parecía demasiado lejano y aunque le doliera, la posibilidad de encontrar a su amado le parecía demasiado ambigua.

A la mañana siguiente no hubo mayor problema en nada.
Miro a su alrededor dándose cuenta que no se encontraba en un sueño ni mucho menos. Observo atentamente la habitación, topándose con Daiki que se encontraba acostado en el suelo (él dormía en la cama) se levantó con sigilo para no despertarlo y agudizando lo más que podía sus recuerdos, se dirigió al baño, recordó las indicaciones del chico y utilizó con éxito rotundo desde el toilette hasta el lavabo.

-¡Inoo-kun!- escuchó mientras se dirigía al pasillo. Era Daiki.-Despertaste bastante temprano, ya te he puesto ropa sobre la cama para que te cambies, después de eso bajamos a desayunar y nos vamos ¿vale?- dijo con rapidez metiéndose al baño y cerrando rápidamente tras él.

Inoo contestó con un suave “sí”, creía haber entendido las indicaciones correctamente.

Fue a la habitación encontrando rápidamente la ropa que le había dicho Daiki.
Se la puso recordando las indicaciones de la noche pasada, no era nada difícil vestirse, solo necesitaba sentido común para las cosas.

-¿listo?- preguntó Daiki desde la puerta, ya estaba cambiando y peinado, listo para irse.

Se acercó a Inoo mirando fijamente su cabello.

-Creo que necesitas un corte- señaló- si lo cortamos en capas seguro te quedará genial… le diré a mi hermana que lo corte por ti antes de desayunar. Debes verte acorde con esta época.

-Gracias.-

-Oye, también debería intentar hablar más acorde, sabes, según la historia eres algo así como un noble ¿no es así? Pero en estos tiempos las cosas son bastante diferentes, algunas personas aun con alto nivel económico, son más relajadas e informales.

-Lamento mi actitud. Intentare ir más acorde con este entorno. Solo necesito adaptarme…-contestó Inoo con una reverencia.

-No tienes que disculparte por cosas cómo esa… bueno, vamos abajo, no quiero llegar tarde a la universidad.

El camino fue tranquilo, Daiki le enseñaba algunas cosas “modernas” a Inoo, este solo le escuchaba tratando recordar todo lo que el bajito le decía. Antes de darse cuenta ya se encontraban en un gran salón con asientos en forma de escalera.

-En serio te quedo muy bien el corte. ¿No crees?-

-Es diferente… pero pienso que se ve muy bien.-sonrió Inoo tocándose suavemente el cabello que Suzume le había cortado y peinado de manera muy “cool” según palabras de la joven.

-En verdad te ves muy bien- Daiki parecía feliz, esa mañana daba pequeños saltos mientras él solo le seguía camino a la llamada universidad. –Por cierto Inoo-kun ¿Cómo es la persona que buscas?-

-La persona que busco… él es alto, con un rostro atractivo, con un cuerpo algo robusto, tiene ojos cafés, cabello negro, labios del color de las sakuras, él tiene una voz profunda, masculina pero suave… es una persona muy amable y respetuosa… él… era así…-su voz se quebró al recordar la razón por la que estaba en aquel lugar.

-¡Lo lamento! No debí haber preguntado- se apresuró Daiki ofreciéndole un pañuelo desechable. Que inconsciente, Suzume tenía razón, para ellos esa persona había muerto cientos de años atrás, pero para Inoo acaba de hacerlo a solo días.

-Yo… lamento mi comportamiento… es solo que-

-No- le interrumpió Daiki- yo soy el que te debe una disculpa, fue insensible de mi parte. Aunque si quieres que te ayude a encontrar a esa persona necesitaba saberlo… -

-Gracias-

-No… en serio.-

-¡Kyaaaaaaa~!- gritillos ahogados y chillones interrumpieron su conversación.

Inoo levanto un poco su cabeza mirando a los lados con cierto temor, pero al notar como Daiki no se alteraba, se relajó un poco, pero sin bajar la guardia.

-Cielos…- masculló Daiki- llevamos tanto tiempo juntos en la misma clase ¿y esas chicas escandalosas no lo superan?- se quejó rodando los ojos con exasperación.

-¿Qué es?- pregunto Inoo quien no podía ver cuál era la causa de tal alboroto.

Daiki levanto su vista, y haciendo una seña con su cabeza dijo…

-ESA es la causa.- gruño por lo bajo con cierto recelo.

Kei miró hacia donde Daiki le había señalado, “ESA” causa, a la que Daiki se refería era al parecer un chico.

-Su nombre es Yamada Ryosuke.- dijo en tono desinteresado a Inoo.-las chicas se vuelven locas por él, como te habrás dado cuenta. Es popular tanto para chicas como para chicos, pero se hace el interesante. Tiene buenas notas, aunque no es el mejor de los estudiantes, parece que también tiene apariciones en revistas, por su supuesta apariencia “cool”, Tch… si me lo preguntas, para mí no es más que un simple idiota con cara bonita.-bufó volteando la cara con visible molestia.

“No es como si hubiera preguntado”, pensó Inoo al escuchar tan detallado resumen sobre aquel chico que según Daiki, era de restarle importancia.

Le miro por un momento, ciertamente era bastante atractivo, tenía un rostro muy fino, cabello castaño claro, unos ojos bastantes expresivos y una sonrisa ridículamente bella.

-A mí me parece un joven bastante adecuado.- opinó Inoo sin retirar su mirada del susodicho.

-¿Eh? Sin duda tienes un pésimo gusto- dijo enviando una mirada de odio a aquel sujeto, quizás demasiado penetrante ya que de alguna manera ahora ese presuntuoso le estaba mirando y saludando con una sonrisa en su rostro.

-oh, Arioka-san, pareces agradarle.-comento Inoo al presenciar aquel no tan sutil saludo.

-Idiota…-masculló con enojo girando su rostro.

-¡Arioka-san!- le llamó Kei, quien sujeto su brazo apretándolo con su mano.

-¡No me está saludando, yo ni siquiera le habló!- se quejó.

-Arioka-san es él…-

-¿Eh?-

-Es él… es mi… Yuujirou…- soltó como un susurro  Inoo, el aire parecía no llegarle a los pulmones y su boca se había quedado seca.

-¿Yuujirou?- le miró interrogante Daiki. ¿Acaso ya había…? - ¡¡KEI-CHAN!!- soltó un grito al ver cómo Inoo se desvanecía frente a sus ojos.

Aquel grito hizo que todo el salón quedase en silencio y con la atención sobre ellos. Daiki llamaba a Inoo tratando de despertarlo mientras intentaba levantarlo sin mucho éxito, el joven parecía delgado pero era inesperadamente pesado.

-Déjamelo a mí-

Arioka alzó la vista, pero no tuvo tiempo de nada, soltó un pequeño “sí” cuando aquel chico ya llevaba a Kei en brazos hasta la enfermería. Y él por supuesto detrás de ellos. Lo único que le molestaba era…

-Vaya que eres débil ¿eh?- sonrió Yamada encantadoramente. Se encontraban “solos”, parados esperando a la enfermera, frente a la cama donde Kei se encontraba inconsciente.

-Cállate.-contestó Daiki con molesta.

-Cielos ¿estas molesto?- le sonrió buscando una mejor visión de su cara.

-Déjame en paz-

-La enfermera no llegará hasta dentro de tres horas, pero como al parecer fue un desmayo, supongo que nosotros podemos solucionarlo.- explicó aquel joven quien había llevado amablemente en brazos a Kei.

-Muchas gracias por tu ayuda- le dijo Daiki dándole una reverencia.

El chico, algo más alto que ellos, le dio una pequeña reverencia con la cabeza yendo directamente a donde podía encontrarse el alcohol.

-Usa esto.- le dijo a Daiki tendiéndole el algodón y el alcohol.

-ok…- puso en práctica aquel curso exprés de primeros auxilios que les dieron en la secundaria y acerco el algodón con alcohol a la nariz de Kei, quien empezó a reaccionar rápidamente.

-Kei-chan… ¿estás bien?- le llamo suavemente Daiki.

-Entonces, creo que no hay anda más que hacer aquí.-anuncio Yamada.

-Yuujirou… ¡NO TE VAYAS!- grito Inoo sentándose violentamente en la cama.

-Kei-chan, espera…-

-¿Yuujirou?- ladeo la cabeza Yamada.

-Yuujirou…- pronunció con la voz ahogada y sin hacer caso a Daiki, se alzó de la cama lanzándose hacia quien le había llevado a ese lugar. El llanto se apodero de su pecho, y las lágrimas comenzaron a salir en montones.

-¿Eh?- reacción el chico sosteniendo a Inoo para que no cayera al suelo.

-Kei-chan, no me digas que…-

-¿Qué significa esto?- pregunto más confundido Yamada. ¿Qué le pasaba a ese chico?

-Oye… espera…-

-Yuujirou…- pronunciaba aquel nombre una y otra vez, llorando cada vez más fuerte. –Yuujirou, no vuelvas a dejarme…

-¿Dejarlo? Takaki ¿estabas  saliendo con este chico?-

-No, yo… oye…-con delicadeza separó a aquel chico de su pecho, tenía la cara roja y casi deformada por el llanto… de alguna manera, le parecía tan lindo, pero algo en el hizo que el pecho comenzará a presionarle dolorosamente. Inconscientemente una lágrima salió de sus ojos también.  -¿Qué…?

-Yuujirou…- susurró Inoo con una sonrisa en su rostro lleno de aflicción. Y mirando directamente a aquellos ojos cafés que tanto ama, acercó sus labios a los de su amado, uniéndolos en un beso salado por las lágrimas de ambos.


Continuara...


1 comentario:

  1. Waaaa! >_< Le encontró! *w*
    Pobre Daiki no se creería que tan rápido le encontrase xD
    Me encanta esa reacción amor-odio de Daiki hacia Yamada :3
    Takaki, ¿qué harás? ^·^
    Esperaré la contii (^-^)7

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