Título: ¿Tu sueño o mi pesadilla?
Pareja: Takanoo –Takaki X Inoo-
Advertencia: LEMON! (+18)
Resumen: Yuya no sabía qué hacer, primero que nada,
enterarse que quien abusaba sexualmente de él en su pesadilla era Inoo le daba
un gran shock, ahora que esa misma persona ahora le estuviera dando una
deliciosa invitación a hacer su pesadilla realidad, realmente le causaba una
escalofriante y tentadora emoción.
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Se encontraba en un lugar oscuro, con un ambiente húmedo
y tenebroso. No sabía cómo había llegado ahí, no recordaba siquiera haber
salido de casa esa mañana. Sentía angustia, miedo, estaba confuso por todo,
miraba a todos lados sin poder visualizar nada concreto, el lugar era demasiado
oscuro.
Escucho unos pasos que se acercaban a él, temeroso busco
al causante de ellos pero no lograba ver nada. De pronto sintió como una mano
delgada acariciaba su rostro suavemente, causándole escalofríos. Se retorció un
poco por el contacto, al no ver nada le causaba un poco de miedo sentirse
tocado. Fue ahí que se dio cuenta de que sus manos estaban atadas con cadenas
que se encontraban fijas a la pared a su espalda. Jalo sus muñecas para
intentar zafarse sin el mínimo éxito, sus brazos podían moverse hasta cierto
punto, pero eso no le quitaba la horrible sensación de estar aprisionado.
Sintió de nuevo unas manos acariciando ahora su barbilla
y cuello desde atrás. Se espantó ante el acto ¿Cómo podían tocarlo desde atrás
si sus manos estaban atadas ahí? Sacudió su cabeza tratando de alejar aquellas
manos de él. Escucho un risilla a la distancia que le envío diversos
escalofríos por todo su cuerpo. Tenía miedo.
-Tranquilo…-le susurro una suave e hipnotizaste voz en el
oído y como si fuera un hechizo el prisionero dejo de temer y forcejear.-Confía…
y entrégate a mí… Yuya- Le susurro de nuevo aquella melodiosa voz, que según la
perspectiva, podría ser la de un ángel o un demonio.
Cerro los ojos sintiendo como toda la parte inferior de
su cuerpo comenzaba a elevarse, como si fuese un espectáculo de magia, quedo
suspendido en el aire, con sus muñecas aun atadas quedando a la altura de su
cabeza.
Comenzó a sentir unas leves caricias por su torso, soltó un
suspiro ante este tacto, de nuevo no sabía lo que estaba pasando ¿por qué se
estaba dejando llevar?
-Que dulzura…- dijo de nuevo aquella voz que parecía
hipnotizarlo por completo, de pronto comenzó a sentir caricias por todo el
cuerpo, que definitivamente ya no se sentían como caricias que dos manos podían
provocar, sentía más, como si docenas de manos recorrieran su cuerpo, comenzó a
lanzar gemidos ante esta sensación
retorciendo de placer.-Gimes como una virgen-Escucho ahora burlón aquel tono,
pero poco le importo, aquellos sonidos no dejaban de escucharse por todo el
lugar y las caricias se hacían más y más placenteras cada vez. Exceptuando por
su zona más íntima, las caricias recorrían todo su cuerpo. Sus gemidos de
placer comenzaron a volverse en unos demandantes, quería ser acariciado
completamente, quería que aquel ser tocara su…
-Eres muy lascivo, Yuya… a pesar de no entender nada, aun
así quieres que te toque y te de placer, niño malo… necesitas un castigo.- y
dicho esto, el cuerpo del chico giro en el aire, sus pies aterrizaron el húmedo
suelo, apenas se iba dando cuenta que estaba descalzo, apoyo sus manos en la
pared donde su muñecas seguían encadenadas.
Su respiración era agitada e irregular. No le dio tiempo a recuperar
siquiera el aliento, sintió como algo caliente y grande invadía su cuerpo hasta ahora virgen, soltó un grito de
miedo y dolor ante tal sensación, sentía como aquello comenzaba a moverse
dentro de él. Sus lágrimas no se hicieron esperar acompañadas de fuertes
sollozos que se acompasaban con las estocadas que sentía invadir su cuerpo.
-Ah… como pensé, Yuya es delicioso- susurro de nuevo aquella
voz en su oído. El chico se estremeció de sobremanera, recibió de nuevo una
estocada, pero esta vez acompañada de un hilo de placer. Sus gemidos empezaron
a oírse de nuevo, aquella sensación de dolor desaparecía cada vez más, abriéndole
paso a una deliciosa sensación que le hacía erizar la piel.
La penetración se volvía más y más rápida y Yuya gemía más
fuerte cada vez, se relamió los labios titubeante, quería tocarse él mismo
aquella zona que no le habían atendido desde un principio, trato de llevar sus
manos hasta este, pero las cadenas impedían que llegará a alcanzarlo. Gimió
frustrado ante esto, levanto la cabeza mirando a los lados, quería correrse,
quería tocarse.
-¿Pasa algo, gatito?- le dijo aquella voz de quien aun
desconocía su identidad, las penetraciones seguían sin disminuir el ritmo.
-D-déjame- logro articular el chico- Déjame correrme- gimió
de nuevo al sentir como las embestidas aumentaban su ritmo.
Escucho a aquella voz reír serenamente.
-No- le contesto con una pizca de diversión en su voz.
-Maldición…- masculló Yuya- ¿Quién demonios eres?- cuestionó,
apretando sus manos a las cadenas. Lagrimas comenzaban a caer de sus ojos, estaba
frustrado.
La voz rio de nuevo, ahora acompañada de unos sexys gemidos,
lo que le dio escalofríos al chico- ¿Quieres saber quién soy? Tu conciencia te
lo debería de haber dicho ya…-gimió en su oído de nuevo, Yuya contrajo sus
paredes por la sensación que sus palabras le causaban. Cerró los ojos con
fuerza, escuchando aquella dulce voz gemir su nombre una y otra vez. Intentó
descifrar al dueño de aquella voz, pero el placer y su propio llanto le
nublaban cualquier pensamiento coherente.
-Ah Yuya~ Yuya~- de pronto aquella voz se hacía cada vez más
débil y más baja, y él mismo se perdía cada vez más en un abismo-
-Yuya, yuya ¡Yuya Despierta! ¡Takaki! ¡Oye despierta!-
Abrió los ojos de golpe con un sobre salto. Inoo lo miró
preocupado, sentándose a la orilla de la cama donde dormía hace apenas unos
momentos.
-¿Estas bien? Estabas sollozando muy fuerte mientras
dormías, me has asustado.- Le miró preocupado su compañero de habitación.
Takaki lo miro con
los ojos más abiertos de lo normal ¿aquello había sido un sueño? No, una
pesadilla. Se quedó en shock por unos segundos, de pronto todas las escenas de
su sueño le golpearon la cabeza. Un sonrojo invadió su rostro e inmediatamente
se llevó sus manos a la cara tratando de esconderlo de su amigo.
-¿Qué te pasa?- le cuestiono Inoo, había estado molesto por
que lo despertó, pero ahora le causaba algo de risa las reacciones del mayor. –
¿Tuviste un mal sueño?-
-Cállate… me da vergüenza- le contesto tratando de
esconderse entre las sabanas de su propia cama.
Inoo se levantó de la suya divertido, dirigiéndose hacia la
de Takaki dejándose caer a su lado.
-¡Cuéntame tu sueño! ¿Era triste? ¿porque llorabas? Dime- le
repetía el menor jalando las cobijas del otro, para que le dejara ver su rostro
avergonzado. Yuya solo se tapaba lo más que podía su cabeza. Inoo se alejó un
poco, viendo la oportunidad que su distraído compañero le otorgaba, al darse
cuenta que por debajo no había nada protegiendo a Takaki. Y en un hábil
movimiento se introdujo por debajo de las sabanas, quedando ahora los dos
cubiertos por ellas.
Takaki pego un grito al ver al chico junto a él. Inoo muerto
de risa le hacía cosquillas al otro para que le dejara ver su rostro que volvió
a ocultar con sus manos.
Era como una pequeña
lucha bajos las sabanas, en un movimiento extraño, Inoo se deshizo de aquellas
molestas telas con las cuales se enredaban, quedando en una curiosa posición de
él sentado sobre las caderas de Takaki, riendo con las respiraciones agitadas,
el menor tomo las muñecas del otro y acorralándolo en la cama le pregunto
sonriendo triunfal- Cuéntame ¿Por qué llorabas?
Ambos se quedaron mirando al otro, de pronto las imágenes de
su pesadilla volvieron, y una risita le golpeo la mente, haciendo recordar más
de aquel sueño.
-Inoo-chan…-susurro Takaki reconociendo la voz del villano
de su sueño por fin.
Inoo abrió sus ojos con sorpresa. Yuya lo miraba sonrojado.
-Takaki… tu…- un sonrojo invadió la cara de Kei al sentir la
creciente presencia de algo que empujaba en su trasero. Yuya estaba…
El mayor se ruborizo aún más, zafó como pudo sus manos y se
las llevó a la cara de nuevo. Mientras pataleaba para que Inoo se bajara de él.
Tenía demasiada vergüenza, quería que se abriera la tierra y se lo tragará. ¡Seguro
esa penosa erección era por culpa de esa horrenda pesadilla donde tal parecía
que Inoo lo violaba!
-Por favor bájate- gimoteaba Takaki moviéndose a los lados,
sin lograr que Inoo se callera de su lugar.
-Haces eso apropósito para restregarte en mi ¿verdad?- le
miro Kei con los ojos entrecerrados y una sonrisa escondida en sus labios.
Yuya se puso aun peor, era cierto que cada que se movía se
frotaba en el trasero de su compañero, pero no lo hacía apropósito. ¡Todo era
culpa de Inoo! ¿¡Por qué no se bajaba de encima!?
-Tranquilo…- le dijo riendo un poco – esto nos ha pasado a
todos más de una vez, es totalmente normal.
-No es normal que alguien te vea y se te monte encima cuando
eso pasa- se quejó Yuya tapándose con una almohada en la cabeza.
Inoo sonrió de nuevo, de verdad que este chico era adorable.
Sigilosamente metió las manos por debajo de la almohada, alzándola un poco para
poder meter su cabeza bajo está, robándole un pequeño beso en los labios al
otro.
Yuya se tensó ante aquel acto, se quedó petrificado ¿Qué
rayos pasaba ahí? ¿Acaso seguía dormido? Sus pensamientos fueron interrumpidos
inmediatamente, al sentir como Kei posaba sus manos sobre su pecho y comenzaba
a frotar sus caderas sobre su erección.
Lanzó la almohada que tapaba su rostro, sosteniendo con sus
codos la parte superior de su cuerpo, para poder ver a Inoo cara a cara.
-¿Qué rayos crees que haces?- le pregunto entre molesto y
confundido.
Lo tomo por los brazos y con fuerza, pero sin intención de
lastimarlo lo aparto de su cuerpo, lanzándolo a la cama dispuesto a irse del lugar.
-¡No huyas!- le reprendió tomándolo del brazo.
Takaki lo miro de reojo, Kei tenía el ceño levemente
fruncido y su respiración era un poco agitada.
-No huyas… Takaki… no te vayas… - le miro suplicante
aferrándose con ambas manos a su brazo- …por favor.
-¿Por qué estás haciendo esto?- le pregunto seriamente, a él
no le gustaban esa clase de juegos… no le gustaba que Inoo jugará con él.
-No estoy jugando…- levanto un poco la voz- Yo estoy…
Takaki se giró para verlo, tenía la mirada baja. Inoo soltó
el brazo de Yuya suavemente, llevando su mano a la orilla de su playera,
jalándola asía abajo dejando ver un bulto creciente bajo las telas de su ropa.
-Inoo-kun…- suspiro ahogadamente el mayor al notar aquello.
Kei se irguió de rodillas en la cama rodeando la cintura de
Yuya con sus brazos apoyando su mejilla en uno de sus hombros.
-Yo… me pongo así a veces… cuando sueño contigo…- le dijo
casi como un ronroneo.
Yuya no sabía qué hacer, primero que nada, enterarse que
quien abusaba sexualmente de él en su pesadilla era Inoo le daba un gran shock,
ahora que esta misma persona ahora le estuviera dando una deliciosa invitación
a hacer su pesadilla realidad, realmente le causaba un escalofriante y tentador
sentimiento confuso.
Inoo rozo sus labios en la nuca del mayor, llevando sus
manos hasta la parte intima de este, acariciando suavemente sobre la tela del
short.
Takaki cerró los ojos, en verdad aquello se sentía bien. Inoo
sonrió de lado al notar como Yuya se iba dejando llevar por el placer.
-Yo…-le susurro Inoo en el oído- cuando sueño contigo,
siempre comienza así… -termino dándole una suave mordida en la oreja que hizo
estremecer al castaño-siempre es un sueño tan dulce, tan tierno… tú me tratas
con… tanto amor… cuéntame Takaki ¿Cómo era tu sueño? ¿Con quién soñabas?- casi
gemía sus preguntas, aun acariciando el cuerpo del otro-¿Era parecido a esto,
Takaki-kun?
Yuya no lo soportó, se giró desequilibrando un poco a Kei,
quien hubiera caído de frente si el mayor no lo hubiera sostenido con un
abrazo. Se miraron un segundo antes de que Takaki se apoderara de la suave boca
del pelinegro. Era un beso un tanto salvaje, posesivo, era uno de esos besos
que Inoo tanto había ansiado. Paso sus brazos por los hombros de su compañero
entrelazando sus manos tras su cuello, pegando más su cuerpo al del otro. Yuya
paseaba sus manos por la cintura de Kei acariciando parte de su espalda con sus
dedos, junto aún más sus cuerpos sintiendo una latente erección en su vientre.
Inoo gimió separándose de aquel beso al sentir como Yuya bajaba sus manos hasta
sus glúteos.
-Takaki-kun…- le llamo coquetamente- ¿harás realidad mi
sueño?- le dijo ladeando la cabeza con ternura, ternura que a los ojos de
Takaki era una coqueta y tentadora invitación a que devorará su cuello
expuesto. Yuya sonrió sin responder,
dirigiendo sus labios a aquella zona que le tentaba desde hace rato.
Inoo arqueo su cuerpo ante tal deliciosa caricia, llevo sus
manos a los ante brazos del mayor apretándolos con sus dedos, al sentir una
leve mordida en su cuello. Takaki bajo sus besos hasta la clavícula del chico
topándose con una molesta camiseta. Se separó del abrazo dispuesto a deshacerse
de aquella estorbosa prenda, topándose con que Kei también deseaba despojarlo
de la suya, quedando ahora ambos con sus torsos descubiertos.
Inoo guio al mayor hasta recostarlo en la cama boca arriba,
beso de nuevo su boca, acariciando su pecho con ambas manos. Quedando sentado
de nuevo sobre sus caderas con las piernas a los costados del otro, haciendo que sus erecciones chocaran. Yuya
sonrió algo inseguro… recordaba un poco su pesadilla…
-¿Tu será el de arriba?-
-Por ahora solo juguemos a hacer mi sueño realidad…- le
respondió entrelazando sus manos con las de él, haciendo soporte mientras
comenzaba a frotar sus miembros aún bajo la tela de sus shorts.
Takaki cerró los ojos fascinado por la rasposa pero
placentera sensación, elevo un poco la cadera también haciendo más profundo el
tacto, Inoo acelero el ritmo mordiéndose el labio inferior, sentía que estaba a
punto de venirse. Yuya noto esto y en un rápido movimiento se levantó para
besar a su acompañante, lo tomo por la cintura girándolo suavemente, quedando
ahora él encima. Inoo lo miro sonriente con los ojos entrecerrados y su
respiración agitada.
-Justo como en mi sueño-
Yuya sonrió al escuchar este comentario, subió su rostro
para robarle otro beso, introduciendo su mano bajo los bóxer del menor, sintió
como algo de pre semen ya se hacía presente en el chico, pero no importaba, tomó
el miembro con firmeza acariciándolo de arriba abajo sin dejar de besar a Kei.
Los gemidos no se
hicieron esperar, aquellos sonidos invadieron la habitación retumbando
fuertemente en la cabeza del mayor. Como pudo, Yuya se deshizo de ambos short y
bóxer quedando los dos totalmente desnudos. Inoo se estremeció al notar como
Takaki se acomodaba de rodillas entre sus piernas. El castaño sonrió coqueto
rozando su pene con el de su compañero, acto que hizo a Kei suspirar
profundamente. Con una mano comenzó a masajear y frotar ambos miembros,
haciendo que el de abajo se estremeciera mucho más, arqueando su espalda
dándole una mirada lujuriosa a su amante.
Ambos movían al compás sus caderas, causando una placentera
fricción entre sus miembros que eran sujetados firmemente por la mano del mayor.
El menor comenzó a gemir y retorcerse más bajo las caricias del otro. Yuya se
lamio los labios al notar como Kei se movía inquieto mientras tomaba con fuerza
su ante brazo. Estaba cerca del orgasmo. Sonrió de lado moviendo más rápidamente
su mano, causando que el menor gritara su nombre desesperadamente.
Inoo jadeaba con pesadez, gotas de sudor rodaban por su
cuerpo, así como rastros de semen se resbalaban por su vientre. El mayor bufó
satisfecho por lograr dejar a aquel chico en ese estado, con una sonrisa
triunfal escalo hasta sus labios dándole un beso que hizo suspirar
profundamente al chico, quien de inmediato abrazo por el cuello al
castaño.
Kei empujo suavemente a Yuya hasta dejarlo sentado en la
cama y él mismo quedando sobre sus caderas, este le miro extrañado
sosteniéndolo de la cintura. Inoo lo miro a los ojos besándolo de nuevo,
mientras con una mano se sostenía del hombro de Takaki con la otra acariciaba
su miembro, posicionándolo en su entrada. Presiono con un poco de fuerza sus
caderas haciendo que Yuya entrara en él despacio, cerro sus ojos al sentir un
poco de dolor, Takaki al darse cuenta de ello, lo abrazo de la cintura besando
suavemente su cuello. Inoo jadeo al sentirse completamente lleno por su amante,
lo abrazo con fuerza llevando su cabeza hasta el cuello del castaño.
-Es mucho mejor… que en mis sueños…- le susurro en el oído
comenzando a mover sus caderas de arriba abajo, ambos abrazados fuertemente al
otro.
Cuando Inoo cambio sus pequeños quejidos de incomodidad por dulces
gemidos de placer, Yuya comenzó a moverse más rápido. Sentía como el menor le
enterraba sus uñas en los hombros y parte de la espada, dándole un placer
extraño combinado con ardor. Takaki lo giro de nuevo recostándolo en la cama, aferrando
sus manos a las caderas de este para hacer más profundo el acto, mientras Inoo
arqueaba su espalda apretando la funda del colchón con sus manos.
Takaki aprovecho para mordisquear su vientre, lamiendo los
rastros del semen que Inoo había dejado momentos antes. Se relamió los labios
al escuchar a Kei gritar su nombre. Se irguió y lo penetro con más fuerza,
tomando el miembro de Inoo que de nuevo estaba erecto.
Las estocadas cada vez se volvían más desiguales; profundas,
lentas, rápidas. Inoo tembló bajo las manos de Takaki, levanto sus manos
intentando alcanzar el rostro de Yuya. Este al darse cuenta se inclinó sobre
Kei, quien tomo su rostro entre sus manos acercándolo a él.
-Yuyan… te quiero.-
le susurro en los labios y le besó rodeándole el cuello con sus brazos.
Takaki movió su mano más rápido al igual que sus caderas, de
un momento a otro, dio el último empujón viniéndose dentro de Kei. Y por
segunda vez, Inoo se corrió en la mano del mayor.
Se quedó quieto mientras su respiración se tranquilizaba,
salió del interior de Inoo recostándose a un lado de él.
-Ah~- suspiro Kei recostándose en el pecho del mayor- Fue
mejor que en mis sueños- rio despacio, depositando un beso en el pecho de
Takaki.
-Inoo-chan….-le llamo suavemente, pasando su brazo por
debajo de la cabeza de Inoo para que se acomodara mejor- lo que me dijiste…
-¿Hum?-
-Eso… fue solo ¿el calor del momento?- pregunto nervioso
dibujando círculos imaginarios con su dedo en el hombro de Kei- o tú en verdad…
-Te quiero- le contesto sin vacilaciones- Te quiero mucho,
Yuyan… desde hace mucho -sonrió- ¿tú me quieres?-le pregunto levantándose un
poco para verlo.
-Yo…- se quedó en silencio unos segundos- no se… esto fue
tan repentino…
Ino lo miro inflando sus mejillas haciendo un lindo puchero
con sus labios.
-Idiota ¿ósea que lo hubieras hecho con cualquiera?-le miro
un poco enfadado.
-¡Por supuesto que no, porque eras tú es que deje que
pasará!-
-…Entonces… si me quieres- sonrió Inoo lanzándose sobre Yuya
de nuevo- Eres tan lento… tonto…
-¡oye!- le devolvió la sonrisa soltando un suspiro- después
de todo… creo que si te quiero… -le dijo abrazándolo por la cintura.
-Por supuesto que me quieres- correspondió el abrazo dándole
una ligera mordida en el cuello a Takaki, haciéndole soltar un pequeño gruñido.
-Por cierto… acerca de mi sueño- Inoo levanto su cara para
ver a Yuya, casi olvidaba aquello, y en verdad tenía curiosidad. –Hum… digamos
que… nah, olvídalo…-rio nervioso, era mejor dejar las cosas como estaban.
-¿eh~?- se quejó Kei- ¡Cuéntame! ¿Qué soñabas?
Takaki solo reía, mientras Inoo lo zarandeaba para que le
contara sus sueños. Definitivamente la realidad había superado el placer de su
pesadilla, aunque nunca se sabe, debería probar como era tener a Inoo al mando
y dentro de él… antes de dar su veredicto final. Para ver si era mejor, el
sueño de Inoo, o su pesadilla con él.
FIN
DASDASDSAFASD OMFG!!! KYAAA
ResponderEliminarMe has inspirado totalmente!! >///< agggh ahora por tu culpa ya amo a esta pareja! malvada! estoy haciendo un fic con una parte donde pongo a Inoo y a Yabu como pareja y a Takaki en medio!! ash! ahora ni yo sé con cual lo pondré al final!! TToTT
jaja pero realmente me ha gustado muuucho este fic *o* honto ni arigato!! >///< te i loveo XD me pasearé más por aquí cada que hagas más obras maestras XD